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Como parte de sus reformas en línea con la agenda de reformas económicas y financieras de la Comunidad Económica y Monetaria de África Central, el Banco de Estados de África Central (BEAC) se ha comprometido a superar los malentendidos relacionados con la implementación de la nueva normativa cambiaria.
Desde su entrada en vigor el 1 de marzo, el nuevo reglamento sobre el tipo de cambio en el ámbito de la Comunidad Económica y Monetaria centroafricana (Cemac) ha suscitado malentendidos y preocupaciones. Entre las dificultades que ha denunciado varias empresas y organizaciones destacan : la tramitación de las solicitudes de transferencia, las dificultades de acceso a las divisas en el mercado de divisas, la aplicación de determinadas disposiciones del Reglamento, el domicilio de las exportaciones en algunos países del Cemac, dificultades para enviar rápidamente remesas , etc.
En un esfuerzo por facilitar la aplicación armoniosa de estos reglamentos, el Gobernador del Beac, Abbas Mahamat Tolli, aseguró recientemente la disposición de su institución a estudiar las preocupaciones de los operadores económicos de una manera específica. El objetivo es proporcionar una flexibilidad adecuada para permitir la aplicación de este nuevo mecanismo, sin cuestionar la esencia y los objetivos fundamentales de este instrumento de política cambiaria.
«El Beac se compromete, si es necesario, a considerar estas preocupaciones con la debida atención, a fin de lograr una convergencia de puntos de vista que facilite la consideración de las particularidades de este importante sector económico para las economías de Cemac», dijo durante la mesa redonda del Consejo Corporativo de Beac sobre Africa y la Cámara de Comercio de los Estados Unidos sobre la aplicación de las regulaciones comerciales el 18 de octubre en Washington.
Según Abbas Mahamat Tolli, la reglamentación cambiaria exige una disciplina inquebrantable en la repatriación de los ingresos de exportación. «Esta ley supranacional es un instrumento esencial de la política monetaria, cuyo funcionamiento requiere la cooperación de todos los actores interesados. Por lo tanto, el Banco no puede asumir los riesgos cambiarios a los que se enfrentan las empresas».