La Organización Marítima Internacional constata una reducción significativa de incidentes de piratería en el Golfo de Guinea

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La – es el organismo especializado de las responsable de la seguridad y protección de la navegación y de prevenir la contaminación del mar por los buques.

La piratería se ha reducido en el con tan solo 19 incidentes sufridos en 2022, la cifra más baja de los últimos años, informó hoy la Oficina Marítima Internacional (OMI) que, no obstante, pidió precaución.

Los incidentes de piratería marítima y ataques de robo a mano armada el año pasado cayeron al nivel más bajo registrado en casi tres décadas, pero aún se necesitan esfuerzos sostenidos para mantener a raya a los piratas, dijo la Oficina Marítima Internacional de la CCI en su informe anual.

El Centro de Informes de Piratería de IMB ha sido el único punto de contacto para denunciar delitos de piratería marítima y robo a mano armada en el mar desde 1991.

Sede de la OMI -Organización Marítima Internacional- en Londres, Reino Unido

El informe de IMB registró 115 incidentes de piratería y robo a mano armada contra barcos en 2022, frente a los 132 incidentes de 2021. La mitad de ellos ocurrieron en aguas del sudeste asiático, particularmente en el Estrecho de Singapur, donde los incidentes continúan aumentando.

Los perpetradores lograron acceder a las embarcaciones en el 95 % de los incidentes denunciados. Desglosando las cifras, hubo 107 embarcaciones abordadas, dos embarcaciones secuestradas, cinco intentos de ataque y una embarcación contra la que se disparó. En muchos casos, los barcos estaban anclados o navegando cuando fueron abordados, y casi todos los incidentes ocurrieron en la oscuridad de la noche, según la IMB.

Piratería en el Golfo de Guinea

La piratería se ha reducido en el golfo de Guinea con tan solo 19 incidentes sufridos en 2022, la cifra más baja de los últimos años, informó hoy la Oficina Marítima Internacional (OMI) que, no obstante, pidió precaución.

«Las rápidas y decisivas acciones de las armadas internacionales y las autoridades regionales en el golfo de Guinea han contribuido positivamente a la disminución de los incidentes registrados y a garantizar la seguridad de las tripulaciones y el comercio», declaró el director de la OMI, Michael Howlett, en el último informe trimestral de la organización, publicado este jueves.

«Sin embargo, se necesitan esfuerzos constantes para garantizar la seguridad de la gente de mar en la región del golfo de Guinea, que sigue siendo peligrosa, como lo demuestran los dos incidentes ocurridos en el último trimestre de 2022», agregó el informe.

A mediados del pasado noviembre, un buque de carga fue secuestrado por piratas a unas 28 millas al suroeste de las Islas Tortuga (Sierra Leona) y todos los miembros de la tripulación fueron tomados como rehenes.

La tripulación consiguió liberarse y se refugió en la ciudadela fortificada hasta que las autoridades de Sierra Leona abordaron el buque.

También a mediados de diciembre fue atacado un petrolero a 87 millas al noroeste de la ciudad de , capital de la región continental de .

Según la OMI, los ataques de piratería marítima y robo a mano armada han alcanzado el nivel más bajo en casi tres décadas a nivel mundial, algo que se atribuye a una reducción general de la actividad pirata en las aguas «de alto riesgo» del golfo de Guinea.

El golfo de Guinea acogió en 2020 más del 95 % de los secuestros de embarcaciones en el mundo, y de los 135 tripulantes secuestrados en total, 130 fueron allí.

En 2021, la piratería en esta región disminuyó un 58 % al registrarse tan sólo 34 incidentes en todo el año en comparación con los 81 en 2020, si bien acaparó todos los incidentes de secuestro ese año a nivel mundial, con 57 personas raptadas.

El origen de esta piratería se encuentra en el delta del Níger, en el sur de Nigeria, cuyas de petróleo han convertido al país en el primer productor de «oro negro» del continente, de cuya extracción obtiene más del 80 % de sus ingresos por exportaciones.

En el golfo de Guinea, la mayoría de las personas dedicadas a la piratería son de origen nigeriano y su objetivo es robar el crudo que transportan los buques petroleros para venderlo en el mercado negro.

Sin embargo, la actividad más rentable para ellos es secuestrar a tripulaciones a cambio de un rescate.

En mayo de 2021, el aumento de la violencia en los ataques a los barcos y el hecho de que se produjeran cada vez más lejos de las costas impulsó a unas 185 compañías navieras y asociaciones de más de veinte países a firmar una declaración conjunta para pedir una coalición contra la piratería en el golfo de Guinea.

Los firmantes advirtieron de que esa zona se había convertido «en una maldición para los marineros en la última década».

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