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En un primer informe sobre las perspectivas económicas mundiales para 2021, publicado el 5 de enero, el Banco Mundial pronosticó una lenta recuperación para el África subsahariana con una tasa de crecimiento del 2,7% para el año. La cifra está por debajo de la previsión inicial de junio de 2020 de 3,1% para 2021.
La institución dijo que la revisión a la baja en el crecimiento de esta parte de África se debe a los duros efectos que la pandemia de coronavirus ha tenido en muchas economías de la región. Según cifras oficiales, se espera que Covid-19 reduzca el ingreso per cápita en un 0,2% este año, lo que dificultará aún más que los países emergentes alcancen los objetivos de desarrollo sostenible. El escenario empujaría a decenas de millones de personas a la pobreza extrema, preocupa el Banco Mundial.
Una buena nota en el informe es la mejora paulatina de las exportaciones dentro de SSA, gracias a la reanudación de actividades con los principales socios comerciales impulsada por ‘anuncios alentadores en cuanto a la formulación y despliegue de vacunas Covid-19 así como nuevos paquetes de estímulo fiscal’ ; aunque el consumo y la inversión privada podrían tardar más en recuperarse.
Después de que sufrieron una fuerte caída en el crecimiento el año pasado debido a la pandemia, se prevé que Nigeria (-4,1%) y Sudáfrica (-7,8%), las dos economías más grandes del continente, registren una ligera mejora del 1,1% y el 3,3% en 2021.
Una recuperación amenazada por riesgos a la baja
Según el Banco Mundial, las perspectivas para el África subsahariana están expuestas a varios riesgos a la baja. Estos incluyen la posibilidad de un crecimiento menor al esperado en los principales socios comerciales.
La institución también teme que la distribución a gran escala de una vacuna covid-19 en la región enfrente muchos obstáculos, incluida una infraestructura de transporte inadecuada y la debilidad de los sistemas de salud.
«Estas dificultades, agravadas aún más por desastres naturales, como las recientes inundaciones que causaron daños considerables y una mayor inseguridad, particularmente en el Sahel, podrían retrasar la recuperación», dijo el Banco Mundial.
Por último, la deuda pública, que ha aumentado significativamente en la región a un promedio estimado del 70% del PIB durante el último año, está contribuyendo a aumentar las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda en algunos países.
Un impacto de Covid-19 más fuerte de lo esperado en 2020
Según las últimas estimaciones disponibles publicadas en el informe, la producción en África subsahariana se contrajo un 3,7% el año pasado debido al Covid-19 y las interrupciones económicas inducidas por el bloqueo.
Esta desaceleración en la actividad económica en la región durante el año pasado es mucho mayor que las proyecciones del Banco Mundial para junio de 2020 de 2.8% del PIB. El ingreso per cápita se redujo un 6,1% en 2020 y el estándar de vida promedio retrocedió al nivel registrado hace más de una década en una cuarta parte de los países de la región, según el informe.
Los países más afectados son aquellos donde la pandemia ha golpeado con más fuerza (Sudáfrica), los que dependen en gran medida de los sectores de viajes y turismo (Cabo Verde, Etiopía, Mauricio, Seychelles) y los que exportan productos básicos, especialmente petróleo (Nigeria, Angola, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Sudán del Sur).