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Más de un año después de que se le prometiera un rescate del FMI, Guinea Ecuatorial aún no ha visto la mayor parte del dinero que esperaba que reviviera su economía. Antes de que los precios del petróleo cayeran en 2014, el país era, en teoría, uno de los más ricos de África por renta per cápita. Pero desde la recesión se ha visto afectado por los déficits presupuestarios y de cuenta corriente. Su economía se contrajo en cada uno de los últimos seis años.
A fines de 2019, el FMI acordó prestar a Guinea Ecuatorial 280 millones de dólares durante tres años. El acuerdo estaba destinado a apoyar el programa económico de tres años de las autoridades que busca reducir aún más los desequilibrios macroeconómicos y abordar las vulnerabilidades del sector financiero , mejorar la protección social y el desarrollo del capital humano, promover la diversificación económica, fomentar la buena gobernanza, aumentar la transparencia y luchar contra la corrupción; todo con el objetivo general de lograr un crecimiento económico sostenible e inclusivo.
El programa de Guinea Ecuatorial apoyado por el FMI también serviría como mecanismo para catalizar recursos externos adicionales y contribuir a la reconstrucción de las reservas regionales de la CEMAC.
La decisión del Directorio Ejecutivo del FMI acordaba un desembolso inmediato de aproximadamente 40,4 millones de dólares. El desembolso del monto restante se irá realizando gradualmente durante la duración del programa, sujeto a revisiones semestrales del programa por parte del Directorio Ejecutivo.
En los últimos años, la economía ecuatoguineana se ha visto afectada por una fuerte caída en los precios del petróleo y una disminución prolongada en la producción de hidrocarburos, lo que ha llevado a grandes desequilibrios macroeconómicos y un crecimiento económico negativo.
La economía también se ha visto afectada por problemas de gobernanza y corrupción de larga data. Si bien las autoridades han tomado medidas para abordar estos desafíos, se necesita un enfoque más integral para abordarlos de manera efectiva y lograr un crecimiento sostenible e inclusivo. La implementación estricta de los compromisos de las autoridades y la adhesión a un cronograma estricto son esenciales.
Según las últimas previsiones del FMI, presentadas en octubre de 2019 en las Reuniones Anuales del Fondo y el Banco Mundial, se espera que la economía de Guinea Ecuatorial continúe con un crecimiento negativo hasta al menos 2024, manteniendo la serie de tasas negativas de expansión del PIB que comenzó en 2013, con una interrupción en 2014.
Así, se espera que el tercer mayor productor de petróleo del África subsahariana y el último país en adherirse a la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) experimenten un crecimiento negativo del 4,6% este año, del 5% en 2020 y del 2,8% en 2024.