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El lunes 31 de mayo, según ha informado la consultora de seguridad marítima Dryad Global, un barco pesquero fue asaltado por piratas armados 108 millas náuticas frente a Cotonou en Benín y cuatro marineros surcoreanos y un filipino fueron secuestrados. Hecho que demuestra que los piratas siguen sembrando terror y desolación en las aguas del Golfo de Guinea.
El buque, objeto del ataque, ha sido identificado como el Iris-S, un buque de 62 metros que enarbola pabellón de Ghana y es operado por DH Fisheries. El buque antes de ser asaltado partía del puerto ghanés de Tema, tenía 36 tripulantes a bordo.
Este es el segundo ataque que involucra a un pesquero ghanés en menos de dos semanas en el Golfo de Guinea, luego del secuestro de cinco pescadores (1 surcoreano, 3 chinos y 1 ruso) el 19 de mayo a 65 millas náuticas al sur de Tema, a bordo del atunero Atlantic Princess.
El golfo de Guinea, que se extiende 5.700 km desde Senegal hasta Angola, se ha convertido en el primer refugio de piratas del mundo. En esta zona, que recibe más de 20.000 barcos al año, los ataques a barcos y los secuestros de marineros están alcanzando proporciones preocupantes.
Según Dryad Global, 61 personas han sido secuestradas en seis incidentes en barcos que operan en el Golfo de Guinea desde principios de año. El mes pasado, 234 empresas y armadores pidieron una coalición internacional para luchar de manera más eficaz contra la piratería marítima, que alcanzó récords en 2020 en el Golfo de Guinea.
