Energy Access Relief Fund recauda 68 millones de dólares para financiar 90 empresas centradas en la energía en África y Asia

Una iniciativa de un consorcio de inversores e instituciones financieras de desarrollo, a través de la cual fundan un fondo económico con el objetivo de proporcionar financiación a corto plazo a las empresas de energía africanas y asiáticas que enfrentan dificultades para acceder a la financiación debido al covid-19.

El Fondo apoyará a empresas dedicadas al suministro de soluciones energéticas que estén experimentando dificultades para acceder a la financiación, debido a la situación económica y sanitaria vinculada a la pandemia del covid-19. Un análisis de SIMA de las empresas de energía elegibles para financiamiento a corto plazo en 50 países encontró que el 77% de los posibles prestatarios necesitan asistencia financiera de emergencia para mantenerse a flote y evitar tomar medidas drásticas como la suspensión de sus operaciones.

Un fondo recién formado llamado «Energy Access Relief Fund (EARF)» atrajo 68 millones de dólares USD en capital cuando cerró por primera vez. El vehículo gestionado por Social Investment Managers and Advisors (SIMA) proporcionará préstamos a corto plazo, financiación a cerca de 90 empresas centradas en el suministro de energía en África subsahariana y Asia.

“La estructura financiera innovadora y flexible de EARF combina diferentes tipos de capital para proporcionar préstamos a bajo interés y liquidez […] Instituciones como CDC Group, DFC, FMO y muchas otras movilizan capital para asegurar la supervivencia de las pequeñas y medianas empresas y ampliar acceso a la energía para los 800 millones de personas que viven sin electricidad ”, ha dicho Geoff Manley, jefe del equipo de Eficiencia y Acceso a la Energía del Grupo CDC.

Una coalición de inversores e instituciones financieras de desarrollo está detrás de la creación del EARF. Estos inversores, la mayoría de los cuales operan en el continente africano, esperan movilizar finalmente 80 millones de dólares para garantizar el acceso a la energía de al menos 20 millones de personas en África subsahariana y Asia.