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Gabón presentó el miércoles su caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en una disputa que podría definir la soberanía sobre tres islas ricas en petróleo en el Golfo de Guinea, cuya titularidad también reclama Guinea Ecuatorial. La controversia se centra en la isla de Mbanie, de 30 hectáreas, y dos islotes más pequeños, Cocotier y Conga, todos ubicados en una zona estratégica que podría contener importantes reservas de petróleo y gas natural.
Los orígenes de esta disputa territorial se remontan a la época colonial. En 1900, las potencias europeas de Francia y España, que entonces gobernaban Gabón y Guinea Ecuatorial, respectivamente, firmaron un tratado que delineaba las fronteras entre sus territorios. Sin embargo, la delimitación de las aguas y la soberanía sobre las islas quedó sin resolverse, lo que sembró las semillas del conflicto actual.
Gabón sostiene que la Convención de Bata de 1974, un acuerdo firmado entre los dos países africanos después de sus respectivas independencias, resolvió el asunto a su favor, confirmando su soberanía sobre las islas en disputa. Según Marie-Madeleine Mborantsuo, presidenta honoraria del Tribunal Constitucional de Gabón, este tratado es «plenamente válido» y fue aceptado por ambas partes en su momento. Mborantsuo declaró ante la CIJ que «resuelve todas las cuestiones de soberanía relativas a las islas y la delimitación de las fronteras».
Por su parte, Guinea Ecuatorial rechaza este acuerdo, calificándolo de incompleto y no oficial. Argumenta que la Convención de Bata no tiene fuerza jurídica, ya que nunca fue ratificada formalmente. Philippe Sands, el representante legal de Guinea Ecuatorial, describió el documento como una «fotocopia de una fotocopia», alegando que no existe ningún original que respalde su legitimidad. Sands también acusó a Gabón de haber ocupado ilegalmente las islas desde 1972, lo que, según él, refuerza la naturaleza controvertida de la situación.
Importancia estratégica y económica de las islas
La disputa por estas islas va más allá de cuestiones territoriales. El interés clave radica en los recursos naturales que podrían yacer bajo sus aguas. La región del Golfo de Guinea es conocida por sus importantes yacimientos de petróleo y gas, y la soberanía sobre Mbanie, Cocotier y Conga podría otorgar a la nación controladora derechos exclusivos para explotar estos recursos. En un momento en que las economías africanas buscan diversificar sus ingresos y aumentar su participación en los mercados energéticos globales, el control de estos recursos es de enorme importancia estratégica.
La intervención de la CIJ
Ambos países han acordado remitir el caso a la CIJ para resolver la disputa, lo que refleja una voluntad de encontrar una solución pacífica a un problema de larga data. Sin embargo, ninguna de las partes ha solicitado formalmente al tribunal que determine la soberanía de las islas, sino que se centran en la validez jurídica de los documentos históricos, en particular el tratado de 1900 y el acuerdo de 1974.
Las audiencias continuarán durante el resto de la semana, y la CIJ podría tardar varios meses en emitir un fallo final. Un veredicto a favor de Gabón podría consolidar su control sobre las islas, mientras que una decisión favorable a Guinea Ecuatorial podría abrir la puerta a nuevas negociaciones sobre la delimitación de las fronteras marítimas.
Relaciones diplomáticas y contexto regional
A pesar de la disputa, ambos países han mantenido hasta ahora relaciones diplomáticas relativamente cordiales, evitando una escalada militar. La decisión de acudir a la CIJ es vista como un esfuerzo por evitar tensiones mayores y resolver el conflicto de manera amistosa, un enfoque que ha sido respaldado por organizaciones internacionales y la comunidad regional. La estabilidad en esta zona de África occidental es crucial para evitar posibles enfrentamientos y garantizar el desarrollo económico de la región.
Este caso también pone de relieve los desafíos que muchas naciones africanas enfrentan al lidiar con las fronteras coloniales heredadas, que a menudo no reflejan las realidades geográficas o étnicas de los pueblos que habitan estas áreas. La resolución de disputas como la de Mbanie, Cocotier y Conga podría sentar un precedente importante para futuras controversias territoriales en el continente.
En espera de una decisión, tanto Gabón como Guinea Ecuatorial han manifestado su intención de acatar el fallo de la CIJ, independientemente del resultado. Mientras tanto, la región seguirá siendo objeto de interés tanto para los gobiernos implicados como para las empresas energéticas internacionales que ven un enorme potencial en las aguas en disputa.