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Equipos de ayuda humanitaria de España e Israel llegaron hoy a Bata, capital continental de Guinea Ecuatorial, para apoyar a los damnificados por las explosiones que el pasado domingo devastaron un cuartel militar en esa ciudad, causando más de 100 muertos y más de 600 heridos.
El Equipo Médico de Emergencias español, el START, integrado por personal sanitario del sistema público de salud y expertos en acción humanitaria, arribó esta mañana a Bata para respaldar a los centros hospitalarios que están atendiendo a las personas heridas.
El START está compuesto en esta ocasión por catorce personas entre sanitarios y expertos en ayuda humanitaria, según la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Estos expertos «están teniendo reuniones de coordinación para poder hacer el trabajo más eficaz», confirmaron hoy a Efe fuentes de la AECID.
La implicación del START en esta emergencia se une al envío de un cargamento de ayuda humanitaria con medicamentos y material sanitario movilizado por el Gobierno de España.
Asimismo, hoy llegó a Bata «un contingente de médicos voluntarios del equipo de protección y de emergencias israelí» para reforzar a los profesionales de tres hospitales locales, informó el Ministerio de Sanidad ecuatoguineano.
«Quisiera agradecer todas las muestras de apoyo y solidaridad hacia los damnificados por las explosiones en Bata», afirmó hoy el viceministro de Sanidad, Dámaso Mitoha Ondo’o, en su cuenta de la red social Twitter.
Francia también tiene previsto mandar en los próximos días un vuelo con un puesto médico móvil que permitirá atender a heridos graves, así como con equipos de emergencia médica y pediátrica.
Según el último recuento oficial, facilitado el martes por la noche, un total de 105 personas perdieron la vida y 615 resultaron heridas, de las que 482 fueron dadas de alta en hospitales de la ciudad, que tiene algo más de 250.000 habitantes.
No se descarta que los servicios de rescate puedan hallar más víctimas en el epicentro de las explosiones, que hicieron saltar por los aires el polvorín del Cuartel de la Unidad de Intervención Rápida de Enkoantoma y destruyeron más de cien viviendas.
El país centroafricano, situado en el golfo de Guinea con una población de unos 1,3 millones de habitantes, decretó tres días de luto nacional a contar desde este miércoles por un desastre sin precedentes que ha conmocionado a toda la nación.
La catástrofe ocurrió por «la negligencia y descuido de la unidad encargada del cuidado y protección de los depósitos de dinamitas y explosivos anexos al de las municiones del cuartel militar», que se incendiaron por «la quema de las fincas en sus cercanías por los vecinos», según el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang.